Biografía breve del sacerdote mártir Vladislavs Litaunieks
(1909-1941)
28 de julio de 1909 – nació en Bikava, en la comarca de Gaigalava, provincia de Rezekne
1928 – 1933 – estudió en el Seminario de Riga (en la Facultad de Teología)
25 de mayo de 1933 – fue ordenado sacerdote en la catedral de Santiago Apostol de Riga
Del 27 de agosto de 1933 a junio de 1934 – Vicario de la parroquia de Rezekne. Durante algún tiempo también fue párroco en la Parroquia de Jaunborne
Del 5 de junio de 1934 a 1 de febrero de 1937 – párroco de la Parroquia de Spruktu (se construyó la nueva parroquia y dirigió los trabajos de construcción de la iglesia)
Del 5 de febrero a 23 de marzo de 1941 – párroco de la Parroquia de Višķi
El 23 de marzo de 1941 – es arrestado y encarcelado en la cárcel de Daugavpils
El 24 de junio de 1941 – después de un despiadado martirio, poco antes de la caída del bolchevismo, fue asesinado. Fue enterrado en el jardín de la iglesia de Višķi
El 11 de septiembre de 1991 – El Tribunal Supremo de la República de Letonia retiró los cargos que el 21 de junio de 1941 el Tribunal de la Especial guerra de la región báltica, de acuerdo al código penal, artículos 58 – 4, 17 – 58 – 9, 58 – 10, había dictado contra el sacerdote Vladislavs Litaunieks por ¨propaganda y agitación contrarevolucionaria, proporcionar ayuda a la burguesía internacional, e incitación al sabotaje. Le condenaron a la pena mayor: muerte y confiscación de todos sus bienes.
El 11 de septiembre de 1991 fue expedido el certificado de rehabilitación, afirmando de este modo que todas las quejas contra él eran infundadas, y la pena de muerte llevada a cabo, ilegal.
A principios del año 1941 cuando, resultado de la ocupación soviética, Letonia ya había perdido la independencia, el arzobispo de Riga A. Springovičs, nombró como párroco de Višķi al joven y trabajador sacerdote Vladislavs Litaunieks. Hasta ese momento el sacerdote Vladislavs Litaunieks había trabajado en muchas iglesias y escuelas de Latgale ( en Nagli, Rezekne, Jaunborne, Sprukti, Indra, Višķi, Kraslava), y en el tiempo que él estuvo en éstas, fueron construídas y terminadas nuevas iglesias en la región de Latgale.
Vladislavs Litaunieks pertenecía a esa nueva generación de sacerdotes de Letonia: con un fuerte sentido patriota, activo, trabajador, modelo y persona que inspira confianza a su alrededor. El joven sacerdote fue también capellán en la Organización de guarda limítrofe de Letonia[1], era miembro de esta organización; colaboraba en la ¨Unión de Juventudes Católicas¨( ésta sería una de las causas por la que lo juzgaran), su hermano Bronislavs servía en el ejército de Letonia. En estos años, el joven sacerdote era muy querido y respetado por su bondad. Especialmente con mucho cariño se acuerdan de él los niños que en aquel tiempo estaban en las escuelas de la region de Latgale y él les enseñaba Religión. El sacerdote Litaunieks tenía un gran talento como orador. Una voz excelente. Como ellos decian, no puedes olvidarte de él.
Los testigos de aquella época recuerdan de V. Litaunieks que no tenía miedo, continuaba con sus tareas de sacerdote (entierros de fallecidos, celebración de la Santa Misa, enseñanza cristiana a niños y jóvenes, ayuda a personas que sufrían bajo el poder soviético, organización de reuniones de creyentes, mantenimiento de comunicación con creyentes y otros sacerdotes ), aunque estaba amenazado de muerte. Él sabía el destino que le esperaba, sin embargo sin tener en cuenta esto, no renunciaba a sus convicciones cristianas y a su servicio como sacerdote.
Una de las principales razones por la que condenaban al sacerdote Vladislavs Litaunieks era por su homilía en la iglesia de Kraslava, el 4 de julio de 1940, en la fiesta de San Donato. A continuación lo que los testigos contaban de ese momento: la iglesia estaba tan llena, que hasta en la plaza de la iglesia había gente de pie. Al sacerdote Vladislavs Litaunieks se le había confiado la predicación en esta gran fiesta, en la cual él decia: “Que me crucifiquen en la cruz! Que me hagan daño! Nunca renunciaré de mis convicciones, de mi religión, de mi fe!¨. Todo lo que el sacerdote dijo, reflejaba claramente que era un peligro para el poder soviético los cuales activamente eran contrarios a la fe y a los creyentes. Las personas estaban preocupadas por sus valientes palabras porque sabían cómo podía terminar esto. Afuera habían colocado altavoces. En toda Kraslava se podía escuchar su predicación. Al mismo tiempo, en las calles pasaba un desfile de trabajadores que, con los puños en alto, cantaban canciones revolucionarias. Sobre su predicación, todo el mundo hablaba porque les preocupaba su destino final y él era muy respetado y querido.
Ésta fue la última gota. Para condenar al sacerdote solamente era necesario un motivo: una infracción; por tanto, fue maquinada una razón: al sacerdote se le acusó de incendiar la casa ya nacionalizada de la Parroquia de Indra (aunque todos ya sabían que fueron los mismos bolcheviques los que la incendiaron). Y sobre este motivo lo arrestaron.
El 23 de marzo de 1941 el sacerdote Vladislavs Litaunieks viajó en tren a la parroquia de Feimani, para ayudar al párroco Kazimirs Strods en el retiro de Cuaresma. El sacerdote vió que en el momento de emprender el viaje y más tarde, en la estación de Višķi, varios funcionarios de la cheka le seguían y le observaban y ya en el tren pretendían arrestarlo, asesinarlo y después decir que había desaparecido. Estos métodos los utilizaban los chekistas desde la revolución de 1917 en Rusia y en otros países.
Los chequistas en el tren arrestaron al sacerdote V. Litaunieks y en la siguiente estación, en la de Ardava, lo hicieron bajar, y allí estaba esperando un coche de la cheka, de la carcel de Daugavpils.
Los chekistas no habían calculado mucho y pensaron que su actuación maliciosa no la iba a ver nadie ni sabrían qué estaba sucediendo. Pero, en el tren había muchos ojos de creyentes que conocían al sacerdote V. Litaunieks y vieron cómo los chekistas, al levantarse de los asientos, le pegaban y empujaban allí mismo en el andén y, que una vez ya sentado en el coche, le pegaban con más fuerza y en el mismo rostro del sacerdote. Esto lo vieron de lejos los testigos.
Infructuosos fueron los intentos y esfuerzos de los miembros de su parroquia de visitarlo en la carcel. Algunos miembros de su parroquia, entre ellos la maestra Maria Svede, exigieron librar de la carcel al párroco V. Litaunieks. Ante todo esto, ellos pagaron con sus vidas. Maria Svede, al principio de la Guerra se dirigió a la carcel de Krasnodar, donde la NKVD (siglas en letón que hacen referencia al órgano gubernamental soviético con funciones policiales y de seguridad) tuvo un juicio especial contra ella, dictando pena de muerte para ella el 7 de febrero de 1942, la cual se cumplió el 6 de marzo.
El 21 de junio de 1941 en la carcel de Daugavpils condenaron a muerte al párroco Vladislavs Litaunieks con confiscación de bienes, por su actividad de ¨contrarevolucionario¨ y traición al país.
En el código de delitos quedó recogido por los mismos comunistas, la ¨prueba¨ del incendio de la casa parroquial de Balbinova (Indra), sus predicaciones contrarevolucionarias, su trabajo ya mencionado en la Unión de jóvenes católicos, la organización y participación en reuniones con creyentes y otros sacerdotes, y otras acusaciones similares y no fundamentadas.
Aunque para presentar reclamaciones contra la pena de muerte estaban previstos cinco días, el sacerdote fue asesinado el 24 de junio de 1941. El párroco V. Litaunieks antes del anuncio de la sentencia de muerte y desde entonces hasta la ejecución de la pena de muerte, fue cruelmente torturado para forzarle a una confesión manuscrita y firmada. Al sacerdote Vladislavs Litaunieks lo asesinaron con un disparo en la espalda. Sus manos estaban esposadas. Lo que recuerdan sus compañeros es que las esposas estaban hechas de púas de alambre.
En el año 1941, después de entrar el ejército alemán en Daugavpils, en el patio de la carcel, fue encontrado un pequeño cementerio con 11 cuerpos, entre los que se encontraba también el del sacerdote Vladislavs Litaunieks, salvajemente mutilado. Los compañeros que presenciaron aquello, recordaban que tenía rotas todas las extremidades, con una corona de púas en su cabeza. Sobre su pecho y en su espalda, estando aún vivo, le hicieron cortes en forma de cruces, también debajo de sus uñas, etc. Su hermano reconoció a su hermano solamente por sus ropas y zapatos…
Los fieles de la parroquia de Višķi lo enterraron en el jardín de su iglesia.
Casi medio año que la parroquia de Višķi no tenía a su párroco y, en señal de luto por lo ocurrido, los fieles en esa iglesia, colocaron sobre el altar ornamentos del sacerdote y todos juntos rezaron.
Los materiales utilizados son del libro de Zaiga
Melkerte y Maneta Ansevica ¨Sacerdote – Mártir Vladislavs Litaunieks¨, Rezekne,
año 2005; y de la información sacada del tablón de anuncios de la iglesia de Višķi.
[1] Organización de voluntarios paramilitar y patriótica en Letonia (1919—1940). Ayudaba a las instituciones nacionales a mantener el orden y la seguridad.
[2] Las elecciones fueron el 14 y 15 de julio de 1940. En ellas solamente había un listado confeccionado por las autoridades de la ocupación. Además, antes de cerrarse las oficinas electorales, ya se sabían los resultados de las elecciones.
[3] Estructura represiva cuyo fin era frenar a todas las pesonas contrarias al poder soviético. En la checa había grandes represiones, también contra la Iglesia y los sacerdotes, y creyentes. En los años de la ocupación soviética en Letonia fueron apresados más de 80 sacerdotes católicos, de los cuales al menos 14 fueron asesinados. En el año 1941 asesinaron a seis sacerdotes, muchos de los cuales, entre ellos el sacerdote V. Litaunieks, antes de su muerte fueron cruelmente torturados.